Estoy sentado en una playa
rodeade de gente
que parece no me entenderá
cuando me levante
y empiece a gritar
lo que llevo callando tanto tiempo.
El movimiento del mar
me parece hasta cruel,
pues con cada ola que me trae
emerge un viejo recuerdo
que hace tiempo intenté ahogar,
permitiendo que el mismo viento
que me azota la cara
me traiga con su rumor
ecos de un pasado
que mejor estaría en el fondo del mar.
Y mientras,
fantaseo con ser como esos niños
que a mi derecha juegan
dejando escurrirse la arena entre los dedos
rodeade de gente
que parece no me entenderá
cuando me levante
y empiece a gritar
lo que llevo callando tanto tiempo.
me parece hasta cruel,
pues con cada ola que me trae
emerge un viejo recuerdo
que hace tiempo intenté ahogar,
permitiendo que el mismo viento
que me azota la cara
me traiga con su rumor
ecos de un pasado
que mejor estaría en el fondo del mar.
fantaseo con ser como esos niños
que a mi derecha juegan
dejando escurrirse la arena entre los dedos
como si de minutos se tratasen,
y los desperdiciasen sin pensar.
Porque perder el tiempo así,
siendo completamente felices,
es la mejor forma de aprovecharlo.
Escribo aquí por ser tu entrada más reciente.
ResponderEliminarTal vez mi opinión no sea la que más cuente (solo tengo quince años y soy más escritora que poeta) pero quiero decirte que tus poemas me han gustado mucho, me he identificado bastante con más de uno.
Que el tiempo no te quite jamás esa belleza con la que expresas sentimientos con metáforas y métricas. Si hay algo que amo y de lo que entiendo, son las palabras, y me encanta como las usas.
Afortunada la chica a la que le susurres tus versos al oído, porque soñadores en estos tiempos que corren, escasean, por desgracia.
Un abrazo muy fuerte, porque sino no es un buen abrazo.
María Moreno XX